Today I will start again - Hoy voy a empezar de nuevo

Vertiendo el final de un brick de leche sobre un vaso encima de lo que es mi nueva mesa de escritorio (dos caballetes y un tablón, eso sí bien apañado para disimular) me pongo a pensar de qué forma ha cambiado mi vida de un mes hasta ahora.

Hace un mes yacía en un sofá sin oficio ni beneficio, buscando algo de trabajo por mi cuidad, Valencia, alguna habitación en alquiler y a día de hoy estoy en Madrid, con trabajo y con una habitación ya alquilada. Como cambian las cosas en poco tiempo, como puedes pasar de estar hundido a estar contento y porque no decirlo ¿feliz? en tan solo unos días...

No ha sido fácil dejar la ciudad en la que has vivido toda tu vida, dejar la familia, los amigos, los no tan amigos pero colegas al fin y al cabo, "las amiguitas"... dejar mi casa...aunque si bien ultimamente cuando me preguntaban -¿dónde estas viviendo?- yo contesteba -en el limbo, xq ni siquiera lo se ni yo- Y cierto era, xq pasaba de casa de mi padre a casa de mi madre según corriesen los vientos, pero como todos los vientos solían ser malos, pues a la comodidad, (todos sabemos que una madre se impone algo menos que un padre) y cuando llevas tanto tiempo sin comunicación, llega un punto en el que te da igual todo, como se suele decir "ocho que ochenta" y pasaba los días sin nisiquiera dirigir la palabra a mi madre y viceversa. Eso no era convivir, era malvivir, yo lo llamaba para mi, "el infierno" xq las veces que se nos ocurría dirigirnos la palabra era para hacernos daño mediante gritos e insultos que sólo podían provocar el malestar de ambos.

Qué bien sienta la leche por las noches! jeje! Pues dejando ya de lado los "roces" de la convivencia, decidí de un día para otro venirme aquí a Madrid. Es una idea que quizá rondaba mi cabeza desde hace mucho, como que estaba ahi en mente, pero parece una de esas cosas que jamás vas a atreverte a hacer, como una utopía. Pues llegó una de mis tantas noches noctambulas a la mente por completo, como un recurso, una ayuda, una necesidad, y generó ilusión y entusiasmo, desprendía sensación de cambio total y sabía que me podía venir bien.
Y de estar pensandolo y mirando curros y pisos pasé a la acción casi directa, comprar un vuelo. Aunque pregunté antes a una amiga que estaba ya aqui (también valenciana pero estudiante ella si) y me sugirió que no lo demorase 5 días como pretendía, que al día siguiente podía venirme en bus. Pues dicho y hecho, billete de ida comprado, sin regreso, casi sin rumbo, sin trabajo, ni casa y ...sin dinero! Pues bueno, no he tenido que mendigar ni prostituirme y aquí estoy, con mañana otra entrevista de curro xsi me interesa más.
He de dar gracias a esa amiga que me ha acogido en su casa casi semana y media, a una amiga de mi tia que me ha acogido otra semana y media...y en general a la gente que no intentó quitarme la idea de la cabeza.
Fue dura la despedida de los amigos, de echo sólo se lo he dicho a uno de tres grupos que considero en los cuales tengo gente que me quiere. Ese ha sido otra vez mi gran fallo, desparecer. Pero esta vez creo que fue mejor no despedirse, sino quizá no hubiese tenido el valor de tomar la decisión, ya que me habrían venido las dudas. Siempre intento que la gente no influya en mis decisiones, pero se que en ese caso me hubiese dicho mucha gente que si estaba loco, que me iba a dar un ostion en Madrid a la primera de cambio, que no tenia que irme tan lejos...en fin, esas cosas que se dicen casi sin meditar y sin ponerte en la piel de la otra persona.
Conseguí en menos de una semana dos trabajos, con ello me he demostrado a mi mismo que si quiero algo lo consigo, como sea. Estas cosas me están haciendo volver a madurar, lo necesitaba...

De todas formas, habré ganado alguna pequeña batalla en mi cambio de vida, pero la guerra es larga y hay que ser consciente de que toca ser constante. Siempre he dicho y defendido que quería vivir mi vida, que quería sacarme mis castañas del fuego, pues ahora bien, aquí o las saco yo o me quemo entero...jeje!
TODO DEPENDE DE UNO MISMO.

Ánimo Ana, espero que me digas que no has recaido!